DEUTERONOMIO PARTE IV/. EL TERCER DISCURSO DE MOISÉS/ CAPÍTULO 31
Porque no son palabras que ustedes deban tomar a la ligera, sino que de ellas depende su vida; y por ellas prolongarán sus días en la tierra que van a tomar en posesión al otro lado del Jordán. (DEUTERONOMIO 32:47 BLPH)
Moisés, en su tercer discurso de despedida del pueblo, habla acerca del peligro de tomar a la ligera las palabras del Señor. Moisés afirma que ellos son fuente de vida y bendición. Tomar algo a la ligera me hacia pensar en no darle el peso que tiene, que merece y que le corresponde. Incluso dándole vueltas a la cabeza puedo imaginar el ser frívolo con relación a algo o alguien.
Esta ligereza se puede manifestar en mi vida de muchas maneras, algunas de ellas muy sibilinas y difíciles de detectar, porque mientras a nivel mental e intelectual puedo afirmar y creer en el valor e importancia de las palabras de Dios, mi estilo de vida puede contradecirlo profundamente, no necesariamente en formas escandalosas, sino de formas que son contradictorias, opuestas e incluso incompatibles con los valores del Reino de Dios.
Creer intelectualmente, adherirse a las enseñanzas de Jesús, estar de acuerdo con lo que la Biblia enseña puede producir un efecto sedante sobre nuestra conciencia que nos impida ver nuestra realidad e inconsistencia con los valores del Reino y el estilo de vida que promueve. Sería como aquel que se siente satisfecho porque ayuda al pobre pero nunca se plantea el porqué de la pobrez y los sistemas políticos y económicos injustos que la generan.
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