GÉNESIS ESTUDIO 77. JOSÉ 6


INGRATITUD

GÉNESIS 40

Después de esto, el copero, o sea el encargado de servirle vino al rey, y también el panadero, ofendieron a su amo, el rey de Egipto. El faraón, o sea el rey, se enojó contra estos dos funcionarios, el jefe de los coperos y el jefe de los panaderos, y los mandó presos a la casa del capitán de la guardia, donde estaba la cárcel. Era el mismo lugar donde José estaba preso. El capitán de la guardia encargó a José que atendiera a estos funcionarios, y ellos pasaron mucho tiempo en la cárcel.
Una noche los dos presos, el copero y el panadero, tuvieron cada uno un sueño, y cada sueño tenía su propio significado. Por la mañana, cuando José vino a verlos, los encontró muy preocupados; así que les preguntó:
—¿Por qué tienen hoy tan mala cara?
—Tuvimos un sueño y no hay quien nos explique lo que quiere decir —contestaron ellos.
—¿Y acaso no es Dios quien da las interpretaciones? —preguntó José—. Vamos, cuéntenme lo que soñaron.
Entonces el jefe de los coperos le contó su sueño a José con estas palabras:
—En mi sueño veía una vid, 10 que tenía tres ramas. Y la vid retoñaba y echaba flores, y las flores se convertían en racimos de uvas maduras. 11 Yo tenía la copa del faraón en la mano, y tomaba las uvas y las exprimía en la copa. Luego, yo mismo ponía la copa en manos del faraón.
12 Y José le dijo:
—El sueño de usted quiere decir esto: las tres ramas son tres días, 13 y dentro de tres días el faraón revisará el caso de usted y lo pondrá de nuevo en su trabajo, y usted volverá a darle la copa al faraón, tal como antes lo hacía. 14 Cuando esto suceda, acuérdese usted de mí, y por favor háblele de mí al faraón para que me saque de este lugar. ¡Compadézcase de mí! 15 A mí me robaron de la tierra de los hebreos, y no merezco estar en la cárcel porque no he hecho nada malo.
16 Cuando el jefe de los panaderos vio que José había dado una interpretación favorable, le dijo:
—Por mi parte, yo soñé que tenía tres canastillos de pan blanco sobre mi cabeza. 17 El canastillo de arriba tenía un gran surtido de pasteles para el faraón, pero las aves venían a comer del canastillo que estaba sobre mi cabeza.
18 Entonces José le contestó:
—El sueño de usted quiere decir esto: los tres canastillos son tres días, 19 y dentro de tres días el faraón revisará el caso de usted y hará que lo cuelguen de un árbol, y las aves se comerán su carne.
20 Al tercer día era el cumpleaños del faraón, y él hizo una gran fiesta para todos sus funcionarios. Delante de sus invitados, el faraón mandó sacar de la cárcel al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos. 21 Al copero lo puso de nuevo en su trabajo, y él volvió a darle la copa al faraón, como antes; 22 pero al panadero lo mandó ahorcar, tal como José lo había interpretado. 23 Sin embargo, el copero no volvió a acordarse de José.


Al leer este relato de José en la cárcel y su experiencia con dos cortesanos vienen a mi mente tres principios. El primero, en el cual no pienso ir más a fondo pues merecería un estudio más serio que el que permite este espacio, es que el Señor habla a través de los sueños. No es la única vez en la Escritura, tanto en el Nuevo como en el Antiguo Testamento que esto es manifiesto.

La segunda, es que hay ocasiones en nuestra vida en que precisamos la voz de otros en nuestras vidas para poder entender nuestras circunstancias, qué hemos de hacer, en qué dirección nos hemos de mover e incluso qué desea el Señor de nosotros. No me refiero, únicamente, con relación a los sueños, sino en general. Hay momentos en la vida en que no tenemos la suficiente perspectiva para poder ver qué hacer y qué nos conviene. Entonces, tener gente madura, equilibrada y espiritual puede sernos de una increíble ayuda.

La tercera cosa, es la ingratitud. El copero, una vez solucionado su problema, se olvidó total y absolutamente de José. Pienso que esto es algo característica de la naturaleza humana caída. Una vez que hemos resuelto lo que nos cargaba o preocupaba es fácil volver a nuestra vida y olvidarnos de aquel o aquellos que nos han hecho bien.


UN PRINCIPIO
HAY OCASIONES EN QUE NECESITAMOS LA VOZ DE OTROS EN NUESTRAS VIDAS

UNA PREGUNTA
¿QUIÉN PUEDE JUGAR ESE PAPEL EN TU VIDA?

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