SALMO 74. NO OLVIDEMOS A LOS NECESITADOS


No olvides para siempre la vida de los pobres.
Fíjate en la alianza:
que los encondrijos del país
están repletos de focos de violencia.
¡No quede defraudado el oprimido,
que el humilde y el pobre alaben tu nombre!
¡Levántate, oh Dios, defiende tu causa!
recuerda las continuas ofensas del insensato.
No olvides el griterío de tus adversarios,
el creciente vocerío de tus agresores.


Afirman los estudiosos de las Escrituras que este salmo fue compuesto con motivo de la destrucción del templo de Jerusalén. Incluso una rápida lectura lo pone de manifiesto. El poema se estructura en tres grandes partes.

La primera, es un lamento por el templo destruido. El santuario del Señor ha sido hollado por sus enemigos y lo que parecía inviolable se ha convertido en plena ruina.

La segunda, es un canto de reconocimiento al Señor, Dios creador y su intervención y dominio sobre la naturaleza.

La tercera, y última parte, entona una súplica volviendo a reclamar la intervención del Señor y pidiéndole que tenga compasión, misericordia y se acuerde de los pobres, desvalidos y oprimidos.

Cuando reflexionaba sobre el salmo me parecía sorprendente que el autor, a pesar de estar preocupado y dolido por la pérdida del templo y todo lo que ello significaba en su vida y en la vida del pueblo, todavía tiene la sensibilidad de elevar en su oración una petición por aquellos, al margen de él mismo, que sufren, que están desvalidos y necesitados.

He pensado en mi propia vida y cuan fácil puede ser para mí estar centrado en mis propias necesidades y problemas, algo totalmente legítimo por otra parte, y que pase por alto tantas necesidades de todo tipo que puedo encontrar a mi alrededor. El salmista me enseña que, sin dejar de lamentar mi situación, he de ser sensible y responsable ante otras necesidades cercanas a mí, pues de hecho, acostumbra a pasar en la economía de Dios, que cuando nos hacemos cargo de las necesidades de otros, las nuestras se relativizan, se suavizan y, a menudo, se suplen.

Un principio

La atención a mis necesidades no debe privarme de atender las necesidades de otros.

Una oración

La Iglesia cristiana en Cuba.

Comentarios

  1. Debemos siempre recordar que Dios se manifiesta en nuestra vida no sólo para nuestras propias necesidades sino para llevarlo a otros. somo sal y luz. nuestra razón de ser es cambiar el entorno.

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