TESTIMONIO

JUAN 15:18-27

Cuando venga el Abogado, el Espíritu de la verdad que yo enviaré y que procede del Padre, el dará testimonio en favor de mí. Y vosotros mismos seréis mis testigos, pues no en balde habéis estado conmigo desde el principio.

Continuamos con las enseñanzas del Maestro en el contexto de la última cena. Jesús habla del trabajo del Espíritu Santo dando testimonio acerca de Él una vez que haya dejado este mundo. Un testigo, según el diccionario, es aquel que tiene un conocimiento veraz de algo y lo da a conocer a otros. También indica Jesús que nosotros, sus seguidores, nos uniremos al Espíritu en esta responsabilidad de ser testigos de Jesús en el mundo.

Lo que me ha llamado la atención al leer el pasaje es la necesidad de estar con Jesús para poder ser un testigo suyo. Así pues, por un lado, en un mundo que no conoce a Jesús y su promesa de restauración, yo me convierto, juntamento con el Espíritu, en un testigo que anuncia a otros que esa posibilidad existe y que la vida no tiene que seguir siendo como es, existe una opción y un camino mejor. Por otro lado, para poder ejercer esa función de testigo, debo de estar con Jesús, pues mi testimonio carece de valor, autoridad y sentido si no estoy experimentando en mi propia vida y existencia aquello de lo que testifico.

Me hace pensar, de nuevo, en la centralidad de Jesús, conocerle, seguirle, estar con Él, pasar tiempo con Él, parecerme y transformarme a su imagen, experimentar ese camino mejor que propone. Entonces, de forma natural debería fluir mi testimonio a un mundo que, como el propio Jesús indica en este evangelio, anda en la oscuridad, desorientado y sin luz.

Un principio

Para ser testigo hay que pasar tiempo con Jesús.

Comentarios

  1. ¿Como pueden amarle si no le conocen? Que el Espíritu nos ayude a darlo a conocer junto a llevar tambien nosotros una vida digna de Él.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO