TIEMPO DE TRABAJAR

JUAN 9:1-12

Mientras es de día debemos realizar lo que nos ha encomendado el que me envió; cuando llega la noche, nadie puede trabajar.

Jesús se encuentra con un hombre ciego de nacimiento y toma la decisión de sanarlo. De paso, rompe el viejo tabú judío según el cual las personas que nacían con enfermedades cargaban con algún pecado cometido por los padres o incluso ¡Por ellos mismos! durante el periodo de la formación del feto.

No ha sido, sin embargo, eso lo que ha llamado mi atención, sino la afirmación de Jesús acerca de la necesidad de llevar a cabo el trabajo encomendado por el Padre mientras todavía es de día, mientras aún existe la posibilidad de trabajar y hacerlo porque, tarde o temprano, vendrá la noche y nos será imposible.

Esta tarea, el ministerio de restaurar todas las cosas para que vuelvan a ser lo que Dios pensó y el pecado impidió, encomendada por el Padre a Jesús, nos ha sido encomendada ahora a nosotros. Es una tarea que debemos hacer con diligencia y urgencia. Hay un sentido de premura en las palabras del Maestro, cuando afirma que la noche llega y con ella la imposibilidad de trabajar.

Hay todo un mundo a nuestro alrededor que sufre espiritual, física, emocional y materialmente. No puedo cerrar los ojos y perder el sentido de urgencia y necesidad y vivir centrado únicamente en mí mismo y mis necesidades.

Un principio

Hay que llevar a cabo la misión cuando todavía es tiempo.