CUÁN NUMEROSOS SON MIS ENEMIGOS

He comenzado la lectura del libro de los salmos. El tercero comienza con la exclamación ¡Cuán numerosos son mis enemigos! No es mi situación, realmente no tengo enemigos -al menos, eso creo-, pero si puedo afirmar ¡Cuán numerosos son mis problemas! y esta sería la equivalencia de mi situación.
Pero pienso en las palabras del salmista, tú eres mi escudo y mi protección y tú me sostienes en todo momento. La vida es difícil y complicada. No podemos esperar -sería tener falsas expectativas- que el Señor nos libre de todo el dolor, sufrimiento, problemas y complicaciones, sin embargo, si puedo aspirar a que Él me sostenga en medio de la vida cotidiana.
Pero pienso en las palabras del salmista, tú eres mi escudo y mi protección y tú me sostienes en todo momento. La vida es difícil y complicada. No podemos esperar -sería tener falsas expectativas- que el Señor nos libre de todo el dolor, sufrimiento, problemas y complicaciones, sin embargo, si puedo aspirar a que Él me sostenga en medio de la vida cotidiana.
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