SALMO 85. PECADO PERSONAL Y PECADO SOCIAL
Señor, has sido bueno con tu tierra.
has cambiado la suerte de Jacob;
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has cubierto todos sus pecados.
Has reprimido tu enojo,
has desistido del ardor de tu ira.
has cambiado la suerte de Jacob;
has perdonado la culpa de tu pueblo,
has cubierto todos sus pecados.
Has reprimido tu enojo,
has desistido del ardor de tu ira.
Un salmo en tres estrofas. La primera, la reflejada al comienzo de esta entrada es de acción de gracias por el perdón otorgado, por el pecado cubierto. La segunda, como ya es normal en tantos salmos, eleva hacia Dios una petición de súplica para volver a experimentar la presencia del Señor. La tercera y última, no parece tener mucha relación con las dos anteriores, al menos, no existe una secuencia lógica. En ella hay una especie de descripción escatológica del día en que el Señor imponga justicia en la tierra.
Al leer el salmo han venido a mi mente los pensamientos del jesuita Anthony de Mello quien afirma que el pecado tiene una dimensión social. Con ello quería decir que cada vez que vemos el sufrimiento y el dolor que existe a nuestro alrededor nos hemos de dar cuenta que todo ello es producido por el pecado, no es el propósito del Señor. Si ha sido producido por el pecado, ha sido, de alguna manera, producido por mí y, consecuentemente, soy responsable del mismo, soy responsable de arrepentirme de ello y ser consciente de mi necesidad de alinearme con Dios para eliminarlo.
El pecado tiene una dimensión personal y, por tanto, otra social. Es mi pecado y es nuestro pecado. De ambos debo arrepentirme y arrepentirse, precisamente, significa un cambio de mente, actitud y acción con respecto al pecado.
Al leer el salmo han venido a mi mente los pensamientos del jesuita Anthony de Mello quien afirma que el pecado tiene una dimensión social. Con ello quería decir que cada vez que vemos el sufrimiento y el dolor que existe a nuestro alrededor nos hemos de dar cuenta que todo ello es producido por el pecado, no es el propósito del Señor. Si ha sido producido por el pecado, ha sido, de alguna manera, producido por mí y, consecuentemente, soy responsable del mismo, soy responsable de arrepentirme de ello y ser consciente de mi necesidad de alinearme con Dios para eliminarlo.
El pecado tiene una dimensión personal y, por tanto, otra social. Es mi pecado y es nuestro pecado. De ambos debo arrepentirme y arrepentirse, precisamente, significa un cambio de mente, actitud y acción con respecto al pecado.
Un principio
El pecado tiene una dimensión social y personal.
Una oración
Por Estonia, el país menos religioso de toda Europa.
El pecado tiene una dimensión social y personal.
Una oración
Por Estonia, el país menos religioso de toda Europa.
Realmente el sufrimiento no es un castigo de Dios. Porqué ¿como explicaríamos la enfermedad (por ejemplo) en personas buenas y fieles al Señor? Por el contrario hay personas que practican el mal y tienen buena salud (al menos de momento...) La causa es el pecado heredado desde el principio, el pecado de todos nosotros, y todos sufrimos sus consecuéncias. Que el Señor nos ayude a sentirnos responsables y a manifestar el buen hacer en todas las cosas.
ResponderEliminar