MIQUEAS/ RESTAURACIÓN/ MIQUEAS 7
¿Qué Dios perdona el pecado y pasa por alto, como haces Tú, las culpas del resto de tu heredad? No mantendrá por siempre su ira, pues se complace en el amor. Volverá a manifestarnos su ternura, olvidará y arrojará al mar nuestras culpas. (Miqueas 7: 18 y 19)
En medio de todos los pasajes que anuncian la decepción y el juicio del Señor hacia su pueblo, siempre, siempre, aparece una declaración de esperanza porque, al fin y al cabo, nuestro Dios es misericordioso, perdonar y rápido para olvidar nuestras faltas y restaurarnos.
No vale la pena añadir más al respecto, únicamente indicar que para todo seguidor de Jesús, no importa lo triste, impresentable, degenerada o pecaminosa que pueda ser su situación actual, hay la posibilidad de perdón, restauración y cambio porque el carácter de nuestro Dios le lleva en esa dirección siempre que en nosotros hay arrepentimiento y deseo de cambio. La parábola del padre que ama y perdona lo expresa con total, absoluta y rotunda claridad.
Una de las artimañas y estrategias del enemigo es jugar con nuestra sentido de vergüenza y hacernos creer que tal y como somos o como estamos viviendo no hay la más mínima o remota posibilidad de que nos podamos acercar al Padre, nunca seremos perdonas o aceptados ¡Falso! Cuando volvemos al Señor con la debida actitud lo único que podemos esperar es amor, aceptación y restauración. Así pues, si hoy estás leyendo estas líneas y esa es tu situación acércate con confianza a Dios, Él no se asquea de ti.
¿Necesitas acercarte al Señor para ser perdonado y restaurado? ¿Qué te impide hacerlo? ¿Qué pasos debes dar para ir?
Comentarios
Publicar un comentario