MIQUEAS/ POLÍTICOS, JUECES Y SACERDOTES /MIQUEAS 2 y 3






«Escuchen esto, jefes de Jacob, oigan, gobernantes de Israel, los que detestan la justicia y violan todo derecho, construyendo a Sión con sangre y a Jerusalén a fuerza de delitos. Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes predican a sueldo y sus profetas vaticinan por dinero. Pero aún se apoyan en el Señor y dicen: «¿Acaso no está el Señor con nosotros? ¡No nos alcanzará la desgracia!». Pues bien, por culpa de ustedes Sión será arada como un campo, Jerusalén terminará en montón de piedras y el monte del Templo en cerro de espinos.»
MIQUEAS 3:9-12


Miqueas, de parte del Señor levanta una denuncia contra los políticos o gobernantes, el sistema judicial y el sistema religioso pues ninguno de ellos, de estos sistemas, cumple la función que debería cumplir en beneficio del pueblo. Dios se siente indignado ante la manera de proceder de todos ellos y ordena al profeta lo denuncie y, al mismo tiempo, anuncia el juicio del Señor sobre ellos, pues se siente profundamente agraviado por su forma de proceder. Entiendo que con esas denuncias se hicieran impopulares y también entiendo que los profetas menores no sean la parte de las Escrituras más visitada por los seguidores de Jesús pero, nos guste o no, estemos de acuerdo o no, continúan formando parte del canon y son libros que creemos inspirados por el Señor.

¿Por qué no seguimos su ejemplo y denunciamos y llenamos nuestros Facebook, Twitter y otros medios sociales de denuncias contra sistemas políticos y judiciales que deshonran a Dios? ¿por qué no clamamos contra iglesias y pastores que abusan de sus congregaciones y que con esas actitudes profanan el sagrado ministerio que nos mostró Jesús de servicio y entrega a las ovejas y no manipulación de ellas en beneficio propio? No puedo entender ni aceptar que nuestras voces de denuncia sean única y exclusivamente contra la agenda gay y el aborto y seamos total o absolutamente insensibles a tantas y tantas realidades, como las mencionadas por Miqueas, que hay a nuestro alrededor que escandalizan y horrorizan a nuestro Dios y a nosotros nos dejan total y absolutamente deferentes. No dejemos de hacer aquello, pero comencemos de forma seria y acorde con el carácter del Señor a denunciar también lo otro, pues de no hacerlo,no será de extrañar que la sociedad nos tilde de hipócritas y no tengamos ninguna credibilidad ante ellos.


¿QUÉ REALIDADES HAY A TU ALREDEDOR QUE EXIGEN TU DENUNCIA Y RECHAZO?

Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

ESCLEROSIS

CORAZÓN INCRÉDULO