JOEL/ MI ESPÍRITU/ JOEL 3
Derramaré mi espíritu sobre todo ser humano: vuestros hijos e hijas profetizarán, soñarán sueños vuestros ancianos, y vuestros jóvenes verán visiones. También sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días (Joel 3:1 y 2)
Pedro en su discurso el día de Pentecostés asocia lo sucedido, es decir el derramamiento del Espíritu Santo, con lo anunciado por el profeta Joel en estos versículos que acabo de reproducir.
Una de las realidades más importantes de la fe cristiana es que Jesús vive en el corazón de cada uno de sus seguidores por medio de su Espíritu Santo. Cuando el Maestro de Nazaret vivía en esta tierra estaba, como cualquiera de nosotros, limitado por el espacio y el tiempo. Si estaba en Jericó no podía estar al mismo tiempo en Jerusalén. Recordemos que, precisamente, las hermanas de Lázaro le echaron en cara no haber estado en Betania para salvar a su hermano.
Si el Jesús resucitado viviera físicamente entre nosotros estas limitaciones continuarían presentes y nuestro acceso a Él, a su sabiduría, su dirección, su consejo, su retroalimentación, su enseñanza, su corrección, etc., estarían totalmente restringidos a aquellos en contacto directo con Él. Ahora bien, Jesús ha salvado esa limitación viviendo en el corazón de cada uno de sus seguidores por medio de su Espíritu.
Muchos de nosotros, en alguna ocasión, hemos deseado que Jesús estuviera presente en medio nuestro para poder tomar decisiones, entender qué hacer en una determinada realidad, distinguir entre el bien y el mal, reconocer nuestros errores, poder tener una palabra honesta acerca de cómo estamos viviendo, obtener consuelo y ánimo y así un largo etcétera. Bien todo eso está a nuestro alcance por medio del Espíritu de Jesús -Jesús mismo- viviendo en el corazón de cada uno de nosotros. Ese Espíritu hace por cada uno de nosotros lo que el Maestro hizo en persona por sus discípulos. Es por eso que el Señor puede afirmar en el evangelio de Juan, No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros.
¿Qué situaciones estás viviendo en tu vida que precisan de la intervención del Espíritu de Jesús que vive en ti?
Comentarios
Publicar un comentario