CUARESMA, DÍA 9

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Su señor le llamó y le dijo: ¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás ser mayordomo. (Lucas 16:2)

Un principio básico del seguimiento de Jesús es la mayordomía. Significa que todo lo que somos y tenemos pertenece a Jesús, quien nos rescató y a quien de forma voluntaria hemos aceptado como nuestro Señor. Somos mayordomos, es decir, administramos recursos que no nos pertenecen, que le pertenecen a Él y que nos han sido cedidos en usufructo. Sin embargo, llega un momento en que el mayordomo o administrador ha de rendir cuentas de la forma en que está administrando lo confiado y se espera de él o ella que la administración o mayordomía haya sido fiel, acorde con la voluntad del propietario y sus directrices.

Llegará un día en que todos nosotros tendremos que rendir personalmente cuentas acerca de cómo hemos llevado a cabo nuestra mayordomía. Ahora bien, la Cuaresma nos ofrece la oportunidad de pararnos y pensar cómo estamos viviendo y cuál sería el resultado si hoy tuviéramos que rendir cuentas de la manera en que nuestra vida está alineada con la voluntad del Señor.

¿Qué sucedería si hoy tuvieras que rendir cuentas? Como resultado de tu observación ¿Qué paso por pequeño que sea vas a dar para mejorar la misma?

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