PROVERBIOS ESTUDIO 29: PACIFICADOR
Los provocadores agitan la ciudad, los sabios calman los ánimos.
Dos actitudes bien contrarias, agitar o calmar los ánimos en una determinada situación. Aquel que los calma, que los suaviza, que los controla o canaliza es denominado por el manual de la vida como sabio.
Llegando ya prácticamente al final del libro de Proverbios he visto como se centra alrededor de la persona sabia, definida como aquella que sabe orientar su vida según los principios de la Palabra de Dios, y el manual nos ha dado muchos rasgos de cómo es ese tipo de persona: admite la retroalimentación por parte de otros, es reflexivo, sabe reconocer sus errores y enmendarlos, se rodea de gente que sacan lo mejor de él/ella, tiene dominio de sí mismo, busca el bien, vale la pena estar alrededor de esta persona y contribuye a la paz.
Precisamente, al leer este versículo del capítulo 29 venían a mi mente las palabras de Jesús, bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios. Pacificar, calmar los ánimos, es reflejar el carácter de nuestro Padre, quien es un Dios de paz. Pacificar en vez de agitar es vivir y actuar como un agente de restauración en un mundo roto.
Sé sabio, se pacificador, el día de hoy. No permitas, para nada, que tus palabras siembren discordias o agitación, antes al contrario, que calmen y pacifiquen.
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