ELEGIR A QUIÉN QUIERO SERVIR
Después de varios capítulos hablando acerca de la repartición de la tierra conquistada he llegado a los últimos capítulos del libro de Josué.
Son, precisamente, los que narran el discurso de despedida del líder a su pueblo. Josué hace una revisión de la manera sobrenatural en que el Señor intervino en la vida de Israel desde el llamamiento de Abrahán hasta la conquista y división de la tierra entre las diferentes tribus. El sucesor de Moisés hace mucho énfasis en cómo el Señor ha sido fiel con su pueblo y espera, a cambio, la misma fidelidad de parte de Israel.
El discurso llega a un momento de climax en el que Josué dice al pueblo, Pero, si os parece duro rendir culto al Señor, elegid hoy a quién queréis rendir culto, si a los dioses a quienes adoraron vuestros antepasados en Mesopotamia o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi casa rendiremos culto al Señor (Josué 24:15)
Pienso que en ocasiones, os parece duro servir al Señor. Miramos a nuestro alrededor y da la impresión que los otros "dioses" los que nos ofrece la sociedad en la que vivimos, porque está también tiene sus dioses, son mucho mejores, más placenteros, menos exigentes, mas complacientes con nuestros deseos y necesidades. He de reconocer que en ocasiones da la impresión que seguir al Señor no es la mejor opción y que los dioses del país son mejores.
Tristemente la experiencia me demuestra que esos dioses que, a primera vista parecen ser más complacientes, se convierten en auténticos tiranos que nos esclavizan y, a menudo, destrozan nuestra vida.
No quiero olvidar esta realidad y, tal y como hizo Josué, quiero afirmar que yo y, espero que también un día mi casa, serviré al Señor.
Son, precisamente, los que narran el discurso de despedida del líder a su pueblo. Josué hace una revisión de la manera sobrenatural en que el Señor intervino en la vida de Israel desde el llamamiento de Abrahán hasta la conquista y división de la tierra entre las diferentes tribus. El sucesor de Moisés hace mucho énfasis en cómo el Señor ha sido fiel con su pueblo y espera, a cambio, la misma fidelidad de parte de Israel.
El discurso llega a un momento de climax en el que Josué dice al pueblo, Pero, si os parece duro rendir culto al Señor, elegid hoy a quién queréis rendir culto, si a los dioses a quienes adoraron vuestros antepasados en Mesopotamia o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi casa rendiremos culto al Señor (Josué 24:15)
Pienso que en ocasiones, os parece duro servir al Señor. Miramos a nuestro alrededor y da la impresión que los otros "dioses" los que nos ofrece la sociedad en la que vivimos, porque está también tiene sus dioses, son mucho mejores, más placenteros, menos exigentes, mas complacientes con nuestros deseos y necesidades. He de reconocer que en ocasiones da la impresión que seguir al Señor no es la mejor opción y que los dioses del país son mejores.
Tristemente la experiencia me demuestra que esos dioses que, a primera vista parecen ser más complacientes, se convierten en auténticos tiranos que nos esclavizan y, a menudo, destrozan nuestra vida.
No quiero olvidar esta realidad y, tal y como hizo Josué, quiero afirmar que yo y, espero que también un día mi casa, serviré al Señor.
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