¿CÓMO ENTRAS EN LA PRESENCIA DE DIOS?

Moisés, Aarón y sus hijos se lavaban en ella las manos y los pies siempre que iban a entrar en la Tiendo del Encuentro o se acercaban al altar, conforme a lo que el Señor había mandado. (Éxodo 40:31-32)

Este era un ritual que los sacerdotes debían cumplir antes de entrar en la presencia del Señor. El simbolismo es claro, no es posible acercarse a Dios cuando hay suciedad, hay que eliminarla para estar en su presencia. Hay una enseñanza muy clara y práctica para nosotros; no podemos continuar en la presencia del Señor -no olvidemos que Él vive en nosotros por medio de su Espíritu Santo- si tenemos pecado en nuestra vida. 

La respiración espiritual es un concepto que aprendí en mis primeros días de caminar con Jesús, que he estado practicando durante décadas y que nos permite experimentar esa limpieza que comentaba anteriormente. Cuando respiramos hay dos movimientos: exhalar, es decir, eliminar el dióxido de carbono que es dañino para nuestros cuerpos e inhalar, es decir, introducir oxígeno en nuestros cuerpos para permitir la vida. La respiración espiritual cumple el mismo propósito. Al confesar -exhalar- eliminamos el pecado de nuestras vida. Al pedir de nuevo el control de Dios -inhalar- nos presentamos ante su presencia limpios y en condiciones. 

¿Cuántas veces respiramos al día? ¡Tantas como son necesarias! Del mismo modo debemos respirar espiritualmente.