RESILIENCIA Y FE FIRME

De la paciencia [resiliencia] sale la fe firme. (Romanos 5:4) Las pruebas, nos indicó Pablo, producen resiliencia. El apóstol continua desarrollando su argumento y nos enseña que el resultado de esta resiliencia o paciencia es una fe firme. De nuevo las traducciones no recogen toda la riqueza que la palabra griega que usa Pablo, Dokimé, tiene. Este vocablo se refiere al proceso de refinamiento al que se someten los metales con la finalidad de eliminar todas las impurezas. Los metales nobles como el platino, el oro y la plata pasan por este proceso. La analogía es bien patente. Las presiones a las que la vida nos somete pueden generar en nosotros resiliencia, es decir, crecer en medio de la adversidad, produciendo como resultado final una fez más madura, un carácter más similar al de Jesús, un crecimiento, en definitiva, en nuestra relación con el Señor. Ahora bien, esto no es un proceso automático; hay un componente de intencionalidad por nuestra parte. ¿Qué quiero decir? P...