ADORAR ES UNA ACTITUD

 


Dios es espíritu, y quienes le rinden culto deben hacerlo en espíritu y en verdad. (Juan 4:24)

Jesús hace esta afirmación en el contexto de la conversación con la mujer samaritana. Su gente consideraba que el lugar auténtico para adorar a Dios era el monte Garizín, en contraste con los judíos que afirmaban que era el monte Sión. Jesús declara que Dios es espíritu.

Por tanto, no está limitado a un lugar, un tiempo, un ritual o unas formas. De hecho, el Nuevo Testamento afirma que, sorprendentemente, vive en nosotros precisamente por medio de su Espíritu. Es difícil, lo sé, pero entender esto significa que toda la vida se convierte en sagrada porque toda ella se vive en la presencia de Dios. Por tanto, adorar a Dios en espíritu podría significar hacer de todas y cada una de las dimensiones de nuestra vida un acto de adoración al Señor. Nuestro trabajo, nuestro descanso, nuestros pensamientos, nuestras relaciones, todo ello se puede -no sucede automaticamente- convertir en un acto de adoración a Dios cuando, como dice el apóstol Pablo escribiendo a los colosenses, ponemos en ello nuestro corazón, es decir, nuestro espíritu. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

SE PROPICIO A MÍ PECADOR

CORAZÓN INCRÉDULO

1 CORINTIOS/ TOMA DE DECISIONES / 1 CORINTIOS 6:12