SALMO 80. ORACIONES SOSPECHOSAS
¿Por qué abriste brecha en su cerca
para que la vendimien los viandantes,
la asolen los jabalíes
y la destrocen las alimañas del campo?
Dios Todopoderoso, vuélvete,
mira desde el cielo, fíjate
e inspecciona esta viña.
para que la vendimien los viandantes,
la asolen los jabalíes
y la destrocen las alimañas del campo?
Dios Todopoderoso, vuélvete,
mira desde el cielo, fíjate
e inspecciona esta viña.
Lo que más llama la atención en este salmo es el contraste entre la desgracia presente que se está experimentando y la alegría y dicha del pasado cuando la intervención de Dios era evidente y abundante.
La alegría pasada queda reflejada en el recuerdo de cómo Dios intervino en Israel, sacándolo de la esclavitud de Egipto y, como si fuera el esqueje de una viña, platándolo de nuevo en la tierra prometida. La calamidad presente queda reflejada entre otros, por los versículos reflejados al comienzo de esta entrada. Israel es una viña, con su cerca rota y pisoteada y expoliada por caminantes y alimañas. Naturalmente, en tres ocasiones, hay peticiones de auxilio y de la intervención de Dios.
Para mi, lo sorprendente de este salmo no ha sido lo que se expresa, más bien me ha llamado la atención lo que se omite. Hay una total falta de autocrítica por parte del salmista. Naturalmente que se pide la intervención del Señor para salir de la catastrófica situación de sufrimiento en que se está, pero, ¿Cómo se ha llegado hasta la misma? ¿Qué acciones, omisiones, actitudes, negativas a escuchar la admonición del Señor han provocado esa situación de calamidad? ¡Silencio total! El asunto se omite.
Me ha hecho, como de costumbre, pensar en mi propia vida. Cuando las cosas no son las que espero, cuando sufro en cualquiera de las dimensiones, cuando estoy experimentando las calamidades, clamo a Dios, espero su intervención, me impaciento si no se apresura pero, no siempre me paro a pensar en cómo he llegado hasta esta situación, qué pecados estoy experimentando sus consecuencias, de qué debería arrepentirme y qué cambios Dios espera que introduzca en mi vida. Pienso que, en ocasiones, pedir la ayuda del Señor sin una reflexión profunda y seria sobre nuestro estilo de vida es una frivolidad.
La alegría pasada queda reflejada en el recuerdo de cómo Dios intervino en Israel, sacándolo de la esclavitud de Egipto y, como si fuera el esqueje de una viña, platándolo de nuevo en la tierra prometida. La calamidad presente queda reflejada entre otros, por los versículos reflejados al comienzo de esta entrada. Israel es una viña, con su cerca rota y pisoteada y expoliada por caminantes y alimañas. Naturalmente, en tres ocasiones, hay peticiones de auxilio y de la intervención de Dios.
Para mi, lo sorprendente de este salmo no ha sido lo que se expresa, más bien me ha llamado la atención lo que se omite. Hay una total falta de autocrítica por parte del salmista. Naturalmente que se pide la intervención del Señor para salir de la catastrófica situación de sufrimiento en que se está, pero, ¿Cómo se ha llegado hasta la misma? ¿Qué acciones, omisiones, actitudes, negativas a escuchar la admonición del Señor han provocado esa situación de calamidad? ¡Silencio total! El asunto se omite.
Me ha hecho, como de costumbre, pensar en mi propia vida. Cuando las cosas no son las que espero, cuando sufro en cualquiera de las dimensiones, cuando estoy experimentando las calamidades, clamo a Dios, espero su intervención, me impaciento si no se apresura pero, no siempre me paro a pensar en cómo he llegado hasta esta situación, qué pecados estoy experimentando sus consecuencias, de qué debería arrepentirme y qué cambios Dios espera que introduzca en mi vida. Pienso que, en ocasiones, pedir la ayuda del Señor sin una reflexión profunda y seria sobre nuestro estilo de vida es una frivolidad.
Un principio
Las oraciones carentes de autocrítica y arrepentimiento son, en ocasiones, muy sospechosas.
Una oración
Los ministerios que trabajan con las personas encarceladas.
Las oraciones carentes de autocrítica y arrepentimiento son, en ocasiones, muy sospechosas.
Una oración
Los ministerios que trabajan con las personas encarceladas.
denominarse cristian@ con la palabra es muy fàcil, lo difícil es cumplirlo, ser humilde, integrad@r, paciente, intentar en todo momento hacer la volintad del padre tomando como ejemplo a Jesús, estar atent@ a lo qué haria Jesús en mi lugar eso es lo que, a menudo se nos pasa por alto, o no lo hemos reflexionado con la profundidad que la palabra cristian@ significa. Solo con oración, humildad y confesión de nuestros pecados podemos empezar a denominarnos cristian@s. Cuando no acusemos a nuestro prógimo de nuestras propias debilidades o pecados.
ResponderEliminarel camino diario de la conversión, ser conscientes de nuestros propios errores !que difícil! por eso estas ahí Espíritu Santo. dependo de ti, ayúdame a escucharte cuando me ves mal y a obedecer para cambiar
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