SALMO 66. RECONOCIMIENTO


Venid a escuchar, fieles de Dios,
os contaré lo que hizo por mí.

Los comentaristas afirman que este salmo es una mezcla de alabanza y acción de gracias. Dos estrofas lo componen y cada una de ellas está centrada en uno de los dos aspectos antes mencionados. Hay una invitación a que toda la creación entone un himno de alabanza al Señor. Hay un reconocimiento de la intervención del Señor en la vida del salmista que se expresa por medio de la acción de gracias.

El punto central es el testimonio que el poeta hace de la intervención llevada a cabo por Dios en su vida. Dos cosas llaman la atención. En primer lugar el reconocimiento de que el Señor ha estado actuando y llevando a cabo acciones en favor suyo y en su experiencia vital. En segundo lugar, su deseo de proclamarlo a otros, de hacer público ese reconocimiento.

Me ha hecho pensar en qué hago al respecto en mi propia vida. ¿Dedico un tiempo mínimo a pararme, observar y reconocer cómo Dios está interviniendo en mi vida? ¿Tengo la capacidad de hacerlo o, por el contrario, atribuyo a la casualidad, el azar, la suerte o mi propia capacidad, los resultados obtenidos? ¿Doy crédito al Señor delante de otros por su actuación en mi vida, o por el contrario, me atribuyo el crédito a mí mismo?

Muchas personas piensan que Dios nunca hace nada en sus vidas y que está ausente, pero es imposible notar su intervención si no nos paramos, observamos y reconocemos.

Un principio

Sólo en la quietud y contemplación podemos observar y, por tanto, reconocer la intervención de Dios.

Una oración

De gratitud a Dios por su intervención en nuestras vidas.

Comentarios

  1. por nuestra propia vanidad tenemos, al menos yo, tendencia a pensar que lo que nos ocurre es grascias a nuestro esfuerzo. por eso tengo que pararme, orar y reflexionar que todo lo puedo gracias a Él, no por mi esfuerzo. Maite

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  2. estoy haciendo un alto en el camino y reflexionando para escuchar su voz y saber como continuar. definitivamente es Él quien nos conduce por su amor y gracia, debemos ser tremenda mente sensibles a su voz.

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