OBRAS SON AMORES
Siguiendo con el sermón del Monte, he leído los últimos versículos del capítulo 7. Obras son amores, dice el refrán castellano, y no buenas razones. Mi estilo de vida es la única prueba de la autenticidad de mi fe. No se trata de lo que creo, sino de lo que vivo. La genuinidad de mi fe no la validan ni mis creencias ni mis palabras, sino el fruto que esta produce.
Me hace pensar en la etiqueta numerada que las denominaciones de origen colocan en las botellas de vino. Esa etiqueta certifica, valida y garantiza que el vino contenido es auténtico y no una imitación barata, una adulteración comercial.
De la misma manera mis obras, mi estilo de vida, garantizan, certifican, prueban y validan la realidad de mi experiencia de salvación.
Me hace pensar en la etiqueta numerada que las denominaciones de origen colocan en las botellas de vino. Esa etiqueta certifica, valida y garantiza que el vino contenido es auténtico y no una imitación barata, una adulteración comercial.
De la misma manera mis obras, mi estilo de vida, garantizan, certifican, prueban y validan la realidad de mi experiencia de salvación.
UN PRINCIPIO
¿Cómo es percibida mi conducta por los no creyentes, qué la caracteriza?
¿Cómo es percibida mi conducta por los no creyentes, qué la caracteriza?
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