NAHUM/ LA CIUDAD DESTRUIDA/ NAHUM 2 Y 3
No hay alivio para tu desastre, tu herida es incurable. Todos los que oyen la noticia, aplauden tu desgracia, porque ¿quién no sufrió una y mil veces tu crueldad? (Nahum 3:19)
Este pasaje habla del juicio y la destrucción de Nínive después de que causó tanto dolor y sufrimiento a tantos y tantos pueblos. Al final, porque siempre hay un final, el juicio de Dios cayó sobre ella y experimentó lo que merecía su prepotencia y su maldad.
Este pasaje me ha hecho pensar en el Dios justo que no pasa por alto la maldad ni la injusticia y que, por tanto, constituye la esperanza de tantas y tantas personas que sufren a causa de la injusticia de todo tipo, política, religiosa, económica, racial, cultural, social y todo el largo etcétera que queramos incluir. Personas y pueblos que únicamente pueden depositar su esperanza en el Señor porque los poderes humanos se aprovechan y continuarán aprovechándose de ellas y ellos sin solución de continuidad.
Los seguidores de Jesús seguimos creyendo en la utopía -tal vez somos ya los únicos que quedamos-, sabemos que la historia tiene una dirección y un propósito, que el Reino se establecerá y, como dice el propio Jesús, la voluntad del Padre se hará en la tierra del mismo modo que se hace en el cielo ¡Amén!
¿Qué situaciones estás viviendo que invitan a buscar al Dios de la justicia?
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