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¿ERES SABIO?

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  Respetar al Señor es el principio de la sabiduría, pero los necios desprecian la sabiduría y la educación. (Proverbios 1:7) Conocimiento y sabiduría no son sinónimos. Lo primero tiene que ver con la acumulación de información; lo segundo con la capacidad de vivir la vida bien. Los estudiosos nos enseñan que nunca antes la humanidad había tenido acceso a tanto conocimiento como en el presente. Nunca habíamos tenido tanta información. Sin embargo, eso no nos garantiza que seamos sabios, que sepamos vivir mejor la vida, que estemos haciendo este mundo mejor. El autor del libro de Proverbios afirma que el respeto al Señor, es decir, sus principios, valores, instrucciones y consejos de vida constituyen el principio de la sabiduría. Es decir, podemos vivir mejor la vida cotidiana si conocemos y aplicamos la voluntad del Señor que tiene como propósito, precisamente, ayudarnos al buen vivir. Pero, nos indica Salomón, hay muchos que desprecian la guía del Señor, ignoran sus principios y e...

SI, VALE LA PENA SERVIR A DIOS

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  Pues bien, cuando llegue el día en que yo intervenga -dice el Señor del Universo-, volverán a ser mi propiedad personal y los perdonaré como hace un padre con el hijo que está a su servicio. Ese día volveréis a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no lo hace. Porque está llegando el día, ardiente como un horno, en que todos los soberbios y todos los que actúan con maldad serán como paja. Ese día, que ya se acerca, los abrasará hasta que no quede de ellos ni rama ni raíz. Sin embargo, para vosotros, los que honráis mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo curación en sus alas (Malaquías 3:17-20)   En el anterior post se mencionaba el desánimo que el justo experimenta ante la prosperidad e impunidad de los injustos; cosa que le lleva a dudar sobre el sentido y la validez de servir a Dios. En este pasaje de Malaquías, como sucede con Asaf y su salmo y también con Habacuc y otros profetas, el Señor indica que no es indiferente ...

¿VALE LA PENA SEGUIR A DIOS?

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  Pues habéis dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada os ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del Universo y que os parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no sólo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes. Esto es lo que comentaban entre sí los que honraban al Señor. (Malaquías 3:14-16) Este pasaje refleja muy bien y con precisión lo que, en ocasiones, he sentido en mi propia experiencia. Veo, además, que no es una experiencia única. Asaf en el salmo 73 lo expresó en términos parecidos y Habacuc cuestionó el proceder del Señor. Aveces, cuando uno sigue a Jesús, se siente como el tonto del grupo, el único que respeta las normas, que hace las cosas como deben de hacerse. El resto, como afirma el profeta, hacen lo que quieren, ponen a prueba al Señor y encima quedan impunes. Da la sensación de que o bien Dios no existe, o si existe no puede o no quiere hacer nada respecto a toda la inj...

LA ÉPICA DE LA VIDA COTIDIANA

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  Fue Él quien se entregó por nosotros a fin de librarnos de toda maldad y de prepararse un pueblo limpio y elegido totalmente entregado a la práctica del bien. (Tito 2:14) Se dice que algo es épico cuando es glorioso, grandioso, extraordinario, de tremendas proporciones. Se relaciona habitualmente con grandes hazañas y contribuciones, con cosas que se salen de la normalidad. Pero a mí me gusta pensar en la vida cotidiana como algo épico. Como una oportunidad para, de parte del Señor, hacer el bien de forma indiscriminada. Esta actitud intencional de ir por la vida la puede convertir en épica porque realmente se trata de algo grandioso, ni más ni menos que colaborar con Dios en la restauración y reconciliación de todo el universo por medio de Jesús. Además, tal y como le escribe Pablo a su discípulo Tito, no debemos olvidar que ese el propósito para el cual hemos sido salvados y escogidos por Jesús, para que nos entregamos celosamente a la práctica del bien, a bendecir a otros...

TAN SIMPLE Y TAN FÁCIL DE OLVIDAR

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En una palabra, aprovechemos cualquier oportunidad para hacer el bien a todos, y especialmente a los hermanos en la fe. (Gálatas 6:10) La expresión: "en una palabra" equivaldría a decir: "en resumen, a modo de conclusión".  Pablo la utiliza y, a continuación, parece indicarnos que todo aquello que ha escrito previamente se resume en hacer el bien a cualquier ser humano; especialmente, pero no  exclusivamente, a aquellos que pertenecen a la familia de la fe. Creo que el apóstol nos está invitando a hacer de la práctica de bendecir a otros un estilo de vida. Yo lo llamaría una virtud. Una virtud es cuando un valor está tan interiorizado que se convierte en una segunda naturaleza. Nuestra primera naturaleza actúa de formas de las cuales tan apenas tenemos conciencia (respirar, riego sanguíneo, pensar, sentir, etc.). Cuando la virtud se ha convertido en una segunda naturaleza implica que nos lleva a acciones u omisiones de forma natural sin que en muchas ocasiones nuest...

DIOS ESTÁ CON VOSOTROS

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  Queremos unirnos a vosotros porque hemos oído que Dios está con vosotros. (Zacarías 8:23) Es una profecía de Zacarías pero ¡Cuánto me gustaría que pudiera ser realidad en nuestros días! ¡Cuánto me gustaría que las personas tuvieran ese interés en acercarse al Señor y, aún más, que ese interés fuera despertado por nuestras vidas, nuestra manera de ser, nuestras relaciones interpersonales con otros.  Es bien cierto que nosotros no podemos forzar la respuesta de otros, no es ahí donde deberíamos de poner el acento; más bien deberíamos ponerlo en la parte de la ecuación que si dominamos totalmente, nuestra forma de vivir. Ser intencionales, proactivos en vivir conforme a la voluntad del Señor, siendo agentes de restauración y reconciliación dejando los resultados en las manos de Dios. ¿Cómo vives?

EN MI PEDESTAL

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  Di a los sacerdotes y a todo el pueblo de la tierra: Cuando ayunabais y hacíais duelo el el quinto y séptimo mes desde hace ya setenta años, ¿acaso lo hacíais para honrarme a mí?... ¿no lo hacíais acaso para vuestro provecho? (Zacarías 7:5) A vueltas con el uso del ministerio como medio de edificar nuestra propia identidad y validarnos como personas, viene a mí este pasaje del profeta Zacarías donde el Señor cuestiona las motivaciones de los líderes y del pueblo. La pregunta del Señor no puede ser más clara y más directa: ¿lo hacéis por mí para mí o, por el contrario lo hacéis para vuestro propio provecho? Naturalmente es fácil contestar esta pregunta sin pensar, sin una reflexión previa, sin una introspección que nos ayude a discernir cuáles son el fondo las verdaderas razones por las cuales hacemos lo que hacemos. Y, si lo llevamos a cabo, si permitimos que el Espíritu del Señor eche luz sobre ellas es probable que encontremos una mezcla de motivos puros e impuros, de motivacio...