¿GUERRA ESPIRITUAL?

 

Porque no estamos luchando contra enemigos de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno. Por eso es preciso que empuñéis las armas que Dios os proporciona. (Efesios 6:12-13)

Creo firmemente que en este mundo hay una guerra espiritual. Creo que Satanás es un ser real que se opone a Dios y a todo lo que tiene que ver con Él. Creo que hace todo lo que está en su mano para que el Reino del Señor se establezca en este mundo y usa para ello todo lo que está a su alcance.

En ocasiones se ha identificado la guerra espiritual con las posesiones demoniacas, con los espíritus que influyen y poseen a las personas, algo que vemos en las Escrituras y que las películas de exorcistas se han encargado de popularizar. Creo, sin embargo, que este no es el principal ni más importante campo de la guerra espiritual.

Jesús nos dice que Satanás es el padre de todas las mentiras y que es mentiroso desde el principio. La principal arma de Satanás es la mentira; mentiras acerca de Dios, acerca de la realidad, acerca de la felicidad, acerca del sentido y propósito de la vida, acerca de nuestra identidad y así podemos seguir con un etcétera tan grande como desees. Y si su principal arma es la mentira es la mente el principal campo de batalla. Ganar nuestra mente, sembrar la mentira como hizo con Adán y Eva.

Nuestro objetivo en esta guerra espiritual es confrontar las mentiras de Satanás con la verdad de Dios; Su verdad en todas las dimensiones antes mencionadas. Sólo así podremos salir victoriosos en esta guerra espiritual, porque mientras vayamos persiguiendo al demonio en la versión de la cultura popular no nos centraremos en la lucha que tiene lugar en nuestras mentes